*Bernardo Congote
Los protagonistas K aparecen ahora como bomberos cuando, probablemente, ellos fueron los pirómanos del incendio argentino. El problema también se explica porque la mitad de los electores argentinos no estaría en capacidad de diferenciar entre un pirómano y un bombero.
Haber cooptado la justicia; desperdiciado el superávit comercial; subempleado a dos millones de ñoquis; desviado impuestos; convertido la contratación pública en una mafia privada de funcionarios públicos; manejado la tasa del dólar para beneficio particular; creado el cepo para bloquear la economía; perseguido a los agropecuarios, únicos exportadores; desviado fondos públicos. En fin. A esto se le llama incendio, sobre todo cuando fue avivado durante 12 años.
En 2015 una mayoría de argentinos relativamente razonable eligió a Cambiemos para apagarlo. Sólo que estos bomberos diagnosticaron mal su magnitud. Por lo que aplicaron soluciones menores para resolver una tragedia mayor. Y se lanzaron hacia la gradualidad cuando se requería la inmediatez. ¿Resultado? Le echaron más gasolina al fuego. Pero eran bomberos, no pirómanos.
Sólo que ahora, con inexplicable confusión, Cambiemos y los K les han inventado a los electores una farsa peor: que el incendio general argentino es apenas una candelilla económica. O sea que la desinstitucionalización K, el robo K o la impunidad K, se van a resolver si Fernández demuestra saber cómo controlar al dólar y a la inflación… ¡Válame Dios Sancho!
Con otras palabras ¿Por qué el voto del 27 de octubre “se explicaría” sólo por el fracaso económico de Cambiemos por apagar el incendio que iniciaron los K? ¿Por qué los pirómanos K aparecen ahora como los bomberos que apagarán ¡el incendio que ellos mismos iniciaron!?
¡No es la economía, estúpido! Esta frase explicaría mucho mejor la situación y ayudaría a entender que el peligro de la llamada “solución K”. Los K son expertos pirómanos. Pero sólo una sociedad depresiva puede elegir a un pirómano para que la salve de un incendio[i].
Douglass North propuso, habiendo sido premiado Nobel, que las tradiciones culturales, religiosas y políticas, o los que todos llaman “valores”, explican la complejidad de los problemas actuales y, por tanto, ofrecen soluciones. Pero ojo: en ninguno de esos “valores” aparece la economía. Y no en vano afirmó que “la seguridad de derechos (distingue fundamentalmente) entre los mercados eficientes y… (los) del Tercer Mundo de nuestros días[ii]
Y si lo anterior no bastara, Acemouglu y Robinson, impactaron al mundo desde 2012 explicando “Por qué fracasan los países”[iii]. Y tomando datos de varios países, la Argentina entre ellos, probaron válida la hipótesis de North.
Al respecto escribieron: “A primera vista, el resultado de Argentina es desconcertante, pero las razones de su declive se hacen más claras cuando se miran a través del cristal de (sus) instituciones… políticas (concentradas) en cómo las provincias…(lograban) acuerdos con Buenos Aires. Acuerdos que (apenas) eran una tregua (porque, de suyo, la lucha entre provincias y Capital continúa viva) …razón de que el país haya experimentado un camino … similar al de otros países latinoamericanos…”[iv].
Hace un mes escribimos: Podría ocurrir, … que las elecciones próximas abrieran la posibilidad: a. de que las provincias <<pongan sus barbas en remojo>> porque sus tradicionales beneficios independentistas estarían a punto de verse socavados; b. de que las empresas centrales igualmente vieran cómo el régimen K amenazaría toda posibilidad de hacerse competitivas en el exigente marco global; c. de que, por tanto, la UNIDAD NACIONAL jalonada por las escasas soluciones diseñadas desde el <<abismo M>>, viera imperativo cerrar filas protegiendo sus intereses sectoriales; y de que por consiguiente, d. sea esta la hora <<estructuralmente viable>> y electoralmente factible de repensar el federalismo tradicional argentino. ¿Cómo? Votando NACIONALMENTE el 27 de octubre[v].
Me siento estúpido escribiendo que la economía no es el problema de la Argentina, cuando todos hablan de lo contrario. Sobre todo, a sólo días de una elección crucial. Pero el papel de los estudiantes consiste en aparecer estúpidos precisamente cuando las masas se consideran sabias.
[i] https://www.federalismoylibertad.org/el-argentino-aviva-la-llama-inflacionaria/ abril 2019
[ii] North, D. (1990). Instituciones, Cambio institucional y Desempeño económico”. México: FCE, p. 88
[iii] Cit. (2012). Por qué fracasan los países. Bogotá: Planeta.
[iv] Ibid. Cit. p. 451, 452. Paréntesis de este artículo.
[v] https://www.federalismoylibertad.org/el-antiguo-federalismo-aleman-y-los-actuales-abismos-argentinos/ septiembre 2019.
**El autor es miembro del Consejo Internacional de la Fundación, profesor universitario colombiano, autor del libro: La iglesia (agazapada) en la violencia política (www.amazon.com) y escribe el blog colombiano: