Producido por la Fundación Federalismo y Libertad, el documental relata la vida de Marco Avellaneda.
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El jueves 24 de febrero, en el Teatro Municipal Rosita Ávila de Tucumán, se realizó el estreno del documental “Marco Avellaneda: El mártir olvidado”, una producción sin antecedentes en la provincia,
El documental fue el resultado de dos años de trabajo que contó con el apoyo de profesionales y artistas de distintas áreas. La coordinación estuvo a cargo de la Agencia Infoto, de Julio Pantoja, el equipo técnico del CUPA (UNT) al frente de Alejandro Díaz (Jadenof), la dirección estuvo a cargo de Fabricio Meriglio. En la conducción se alternaron: Juan Pablo Bustos Thames, Isidoro Ruíz Moreno, Rosendo Fraga, Eduardo Lázzari, Marcos Rosensvaig, entre otros.
La iniciativa fue un ejemplo de articulación público-privado: gracias a la Sociedad Rural de Tucumán, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, la Universidad Nacional de Tucumán, por medio del Centro Universitario de Producciones Audiovisuales (CUPA), la Fundación Miguel Lillo, la Legislatura de Tucumán y el Ente Cultural de Tucumán.
Al finalizar la presentación el evento contó con las palabras del presidente de FyL, José Guillermo Godoy, del novelista Marcos Rosenvaig, del conductor del documental Juan Pablo Bustos Thames, y del director Fabricio Meriglio, quienes compartieron la experiencia de producción del documental, y respondieron preguntas del público.
Bustos Thames destacó el gran esfuerzo de producción, de actores, maquilladores, camarógrafos, fotógrafos: se tuvo en cuenta, sostuvo, todos los detalles acerca de los atuendos, uniformes, divisas, mobiliario e instalaciones.
“En el film intervienen una multiplicidad de voces que aportan un valioso contenido histórico. Nos sentimos contentos porque logramos que los espectadores se mantengan atentos y expectantes hasta el final”, declaró el director de la obra, Fabricio Meriglio.
Entre las locaciones del rodaje se encuentran ámbitos de la Escuela y Liceo Vocacional Sarmiento, el primer piso del antiguo recinto de sesiones de la Legislatura de la Provincia, el aula de posgrados de la Facultad de Medicina de la UNT, diversos salones del Centro Cultural Rougés, el ámbito de la Legislatura, donde se conserva el retrato del prócer; la casa de Raco, donde pasó su última noche en Tucumán; en el Tala, lugar en el cual, se facilitó un carruaje de época, y asimismo, se grabaron las escenas de los últimos momentos de su vida, el cementerio de La Recoleta, donde se conserva la cabeza de Marco Avellaneda; y también las instalaciones del CUPA, vecinas a Canal 10, en Yerba Buena.
Entre los espectadores, contamos con la asistencia de descendientes del prócer, directores de museos, empresarios, políticos y referentes culturales.