El martes 28 de septiembre se produjo una nueva edición de “Claves Para Interpretar Honduras”, esta vez bajo la consigna “Política y democracia – Una Mirada a Largo Plazo”. El programa fue conducido por el presidente de la fundación Federalismo y Libertad, José Guillermo Godoy, y contó con la participación del historiador y sociólogo, Carlos Sabino, y el abogado miembro del partido liberal hondureño, Lino Tomás Mendoza.
Carlos Sabino comenzó con una disertación sobre el complejo retorno a la democracia en América Latina. Comentó sobre los distintos cambios económicos producidos en este proceso, por ejemplo, en los cambios dentro del Estado de Bienestar, donde, en términos generales, en el marco latinoamericano se pidió más eficiencia por parte del sector público. En la región central hubo varios fallos. Nicaragua demostró ineficiencia política en la corrupción y la división de las fuerzas antisandinistas. Guatemala y Honduras se caracterizan por conflictos institucionales donde los contrapesos, prácticamente, no existen. Lino Tomás Mendoza recorrió específicamente la política hondureña, destacando que desde 1958, con el partido liberal en el poder, no se han podido repetir las reformas hechas.
En la actualidad, la ciudadanía de Honduras tiene un marcado escepticismo respecto a los políticos, con un notable número de abstención al sufragio, que ronda un 60%. Por otra parte, los poderes del Estado han perdido independencia, donde magistrados y fiscales reciben favores, como también se produce clientelismo para ingresar dentro de la burocracia estatal. “En Honduras, los políticos tienen a la justicia a su medida”, destacó Mendoza. Como consecuencia, el país tiene un índice de pobreza que llega al 71%, y extrema pobreza en 53.4%. Con las elecciones presidenciales a realizarse próximamente, los candidatos en competencia se encuentran, prácticamente, empatados.
Carlos Sabino destacó que América Latina se encuentra en un proceso de transición hacia el autoritarismo, que en última instancia derivará en una dictadura. Honduras enfrenta un desafío, ya que la tendencia que se percibe es antidemocrática, sin ningún líder que pueda canalizar el descontento popular de manera democrático.
Esta conversación fue útil para actualizar la discusión sobre Honduras y la región, mostrar la crisis que se está viviendo y los desafíos democráticos que se continuarán enfrentando en el futuro.