La Fundación Federalismo y Libertad reunió en un almuerzo de trabajo a actores político del oficialismo y oposición y referente de cámaras y sociedad civil.
»La industria del conocimiento, una oportunidad para Tucumán», fue el eje de trabajo de la segunda edicion del ciclo Potenciar Tucumán, un programa de la Fundación Federalismo y Libertad destinado a generar un espacio de dialogo y reflexión entre actores relevantes del sistema politico local, representantes de universidedes y cámaras empresariales, para pensar las potencialidades productivas de la provincia. El encuentro, realizado el 30 de julio en el Hotel Sheraton, contó con la participación en carácter de disertante de Ricardo Neme (h), vicepresidente de CENSYS S.A., quien estuvo acompañado de Esteban Assaff, presidente del Cluster Tecnológico de Tucumán.
Los asistentes al encuentro fueron: Gerardo Andriani (Camara Comercio Exterior Tucumán), Esteban Assaf (Cluster Tecnológico Tucumán), Bernardo Racedo Aragón (Empresario, Ex presidente del Ente Tucumán Turismo), Mariano Campero (Intendente de Yerba Buena) José Cano (Diputado Nacional), Sebastián Murga (Sociedad Rural Tucumán), Paula Omodeo (CREO Tucumán), Nadima Pecci (Legisladora Provincial), Tomás Poviña y Juan Manuel Poviña (Synagro), Hector Viñuales (FET), Pablo Yedlin (Diputado Nacional), Julio Saguir (Secretario de planeamiento y gestión pública de la provincia) y Alberto Pino (Presidente juventud peronista), Luis Carlos Albornoz (Consultor) y Catalina Lonac, titular de la Universidad de San Pablo T.
Según Neme, el mundo tiene una demanda estimada de entre cinco y siete millones de programadores. En Tucumán, solamente una empresa, tiene una búsqueda activa de 60 puestos de trabajo relacionados al software. La provincia se encuentra con dos dificultades principales para poder satisfacer esa demanda: la formación de recursos humanos y la competitividad fiscal. Neme remarcó que el sistema educativo tiene falencias. Las universidades tienen una dinámica propia que conspira con las posibilidades de adaptar sus planes educativos a los cambios veloces en la industria del conocimiento. La buena noticia reside, según Neme, en que sólo se requiere de 6 meses para formar un programador e incorporarlo al mundo laboral. La segunda dificultad está vinculada a la falta de competitividad causado por la excesiva presión fiscal. Assaf, presidente del Cluster, mencionó los programas de incentivo a la industria impulsados en Córdoba, Entre Ríos y Mendoza. Tucumán tiene una alícuota de ingresos brutos del 5% e impuestos a los sellos del 2,5%, que torna poca atractiva la radicación de empresas en el rubro. Un plan de incentivos, según Neme, tendría escaso impacto fiscal en el corto plazo, y en el mediano plazo se traduciría en más empleo, más actividad y más ingresos para el gobierno.
Hubo un intercambio fructífero entre los participantes. El diputado nacional José Cano, agradeció este espacio de diálogo entre oficialismo y oposición y abogó por más programas de este tipo donde puedan pensarse soluciones a los problemas públicos más allá de la coyuntura política. Indicó que el auge de los unicornios también se produjo en el marco de una ley impulsada durante el primer periodo del kirchnerismo, y que eso tuvo cierta continuidad en el tiempo incluso con el gobierno de Cambiemos, donde hubo una reforma a la ley.
Pablo Yedlin remarcó la importancia y la necesidad de adaptar los planes educativos a la necesidades del contexto. Es paradójico que en un contexto de crisis económica, haya actividades en el mercado que están demandando recursos humanos y el sistema educativo no logra satisfacerlos. Se necesitan, por ejemplo, más enfermeras en el campo de la salud, y en el caso de la economía del conocimiento más programadores. Según Yedlin, entre empresarios interesados, universidades y políticos, se debe buscar la manera de dinamizar el proceso que permita generar recursos a las demandas del contexto, lo que se traducirá en más empleo de calidad. Finalmente ponderó la iniciativa de FyL de generar espacios de diálogo y discusión.
Catalina Lonac, por su parte, comentó que la Universidad de San Pablo T., tiene una organización dinámica que le permite adaptar con más velocidad los planes de estudios, y su relación con las empresas y el mundo laboral es más fluida. Además consideró la necesidad de reformar la ley vigente en materia de economía del conocimiento. Sobre este punto, Esteban Assaf, comentó que la actual ley nacional tiene muy baja adhesión entre las empresas. Hector Viñuales, titular de la de la Federación económica de Tucuman, puso énfasis en la necesidad de realizar modificaciones sobre las leyes laborales que conspiran contra la contratación del personal. Racedo Aragón, finalmente, dijo que es imperioso crear un microambiente emprendedor, articulando universidades, empresas y emprendedores; es clave, puntualizó, generar un espacio, un área, que genere un clima que incentive el conocimiento y la creación de proyectos.